Viveros de Coyoacán

Viveros de Coyoacán

Reportaje hecho por Hugo González

Era un día soleado, y como tenía que hacer un reportaje sobre los Viveros de Coyoacán para la escuela, decidí ir ahí. Entonces, le pregunté a mi papá si me podía llevar, y él me dijo que sí.

            Viveros de Coyoacán es un parque en la delegación de Coyoacán de México D.F. Se encuentra al este de ésta, en la avenida Universidad. Accesible desde la estación Viveros del metro de la Ciudad de México, tiene una superficie de 390 000 m². Fue creado en 1908 por Miguel Ángel de Quevedo y reconocido como parque nacional en 1938.

            Al llegar, me dí cuenta que el vivero tiene varias entradas, cada una con su propio ambiente. Por ejemplo, en una de ellas se encuentran juegos infantiles, mientras que en otra se encuentran varios puestos de alimentos y varios puestos de revistas. Esto fue un detalle que me agradó.

            Después de entrar, caminé un poco y me encontré con un circuito que le da la vuelta a todo el vivero. Sobre él se encontraban muchas personas, algunas caminando y otras corriendo.

            El interior del parque consiste de una multitud de senderos llamados calles, los cuales forman un patrón de tablero de ajedrez. Cada calle contiene una especie diferente de árboles, la cual es indicada con unos pequeños letreros. En el centro del parque, hay una especie de gran plaza casi vacía.

            A lo largo del parque hallé algunas estatuas y esculturas, sobre todo de piedra pero también de madera y algunas en donde parecía que los árboles tomaban parte de la obra. Al igual que ellos, las esculturas también traen indicaciones, en forma de pequeños letreros.

            Cabe mencionar que hay una población muy abundante de ardillas, al punto de que se han vuelto una plaga para el vivero. Esto se debe a que la gente les da de comer aunque esté prohibido, lo cual acelera la reproducción de estos roedores, quienes se comen pedazos de los árboles, facilitando su muerte.

            Al final, entrevisté a personas de todas las edades, desde adolescentes hasta ancianos. Las personas vienen sobre todo los fines de semana para hacer ejercicio y disfrutar del ambiente del parque. Sin embargo, una de las mayores quejas es la plaga de ardillas.